jueves, 21 de julio de 2016

Lo reconozco

Lo Reconozco


     ¡Señor! reconozco que por ti fueron creadas todas las cosas, y sin ti nada de lo que es hecho fue hecho; tu nos hiciste a imagen tuya pero la perdimos por nuestros pecados, lo reconozco, hemos fallado. 

     Gracias por mandar a tu hijo a morir por nosotros dando su vida en la cruz.  No lo merecíamos, lo reconozco.  Pero aquí estamos tu Iglesia, tu pueblo, reconociendo nuestras culpas, nuestros errores, nuestros pecados.  Quizás no hemos sido lo que tu esperabas de nosotros, porque no hemos cumplido como debiéramos, lo reconozco, pero aprovecharemos estas conferencias para reconocer que te hemos fallado, y de aquí en adelante, lucharemos para ser más fieles, reconociendo que fuera de ti, no hay nada.


Obispo David Higuera

jueves, 14 de julio de 2016

La Cadena


LA CADENA

 “Entre más fuerte sean los eslabones, más difícil será romper la cadena. Únete a ella para que sea más grande.” 

(Entre más fuerte sean los eslabones...)


     La iglesia cada día debe ponerse más fuerte, eso lo lograremos con ayuno y oración y es un propósito que todos debemos tener individualmente; es un sentimiento que debe existir en nosotros, pues necesitamos consagrarnos más.

(…más difícil será romper la cadena...)


     De esta manera, cuando vengan los embates del enemigo de nuestra almas, nada nos podrá hacer, porque somos fuertes en Cristo porque nos hemos llenado de Él, y hemos reconocido que solo Él es grande y fuera de Él no hay vida, porque hemos entendido el poder de su grandeza, sabiendo que nada ni nadie podrá detenernos porque estamos con Él. 

(...Únete a ella para que sea más grande)


     Por lo tanto hagamos un llamado a todo el mundo, a todas las naciones y continentes: País por país, pueblo por pueblo, para que esta cadena sea más grande; y así llenos de fortaleza divina y con el poder del Espíritu de Dios, nadie nos detendrá, porque no iremos por nuestra propia fuerza ni por voluntad humana, sino por la orden divina del Maestro.


Obispo David Higuera

miércoles, 13 de julio de 2016

El mas grande amor


El Más Grande Amor


Muchos se han inspirado para hablar sobre el amor, escritores, poetas y hasta artistas, pero las palabras más grandes las dijo Jesucristo, “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con todas tus fuerzas…” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 

En este mundo muchos han hecho obras de amor ayudando a los demás, yendo a países pobres para poder ayudar a aquel lugar; otros gastándose hasta lo último para poder ayudar al prójimo.  Y así podemos hablar de muchas historias donde el amor es el actor principal.  Que Dios bendiga a todos aquellos que se han dedicado a hacer el bien por sus buenos frutos.

Sin embargo la historia más grande de amor que hemos escuchado, todos la conocemos, donde la figura principal fue Jesucristo mismo: Un día un niño nació hace muchos años en un pesebre como un símbolo de humildad; ya los grandes profetas habían predicho su venida.  No fue en un palacio como nacen los príncipes, ni su cuna estaba rodeada de lujos ni oro, ni contaba con sabanas de seda, no, él no tenía todo esto pero nació para ser Rey.

Fue creciendo de estatura al igual que de sabiduría y fama, y cuando era mayor empezó a sanar enfermos, dar vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos, los paralíticos caminaban y hasta resucitó a varios muertos.  Pero la envidia de su propio pueblo no se hizo esperar y buscaban la manera para poder matarlo, hasta que un día fue entregado por uno de los doce que estaban con él y de allí empezó el momento cruel.

Lo escupieron, lo abofetearon, lo injuriaron, le pusieron una corona de espinas y lo azotaron sin medida.  Fue torturado de tal modo que solo el amor podía vencer el sufrimiento; y al final, fue clavado en una cruz.  No sé si fueron los clavos los que sostenían su cuerpo o su amor por ti y por mí, y sobre él había un letrero que decía: “Jesús Nazareno, Rey de los Judíos” dando su vida en ese momento para salvar a otros que no eran de su pueblo.

Esta es la historia de un rey que vino a salvar el mundo, y es la historia más grande de amor que puede existir porque siendo Dios se hizo nada, por Amor.

Obispo David Higuera