martes, 21 de noviembre de 2017

El Perdon

El Perdon

Perdón: Remisión de una pena, una deuda o una obligación pendiente.

El Señor Jesucristo le enseña a Pedro, la importancia de perdonar siempre, Mateo 18:21,22
21 Entonces Pedro, llegándose á él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré á mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete?
22 Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete.
La respuesta que el Señor le da a Pedro le muestra que no hay limite para perdonar, ya que el corazón del hombre de Dios debe de estar dispuesto para reconciliarse con su hermano, porque, ¿Cuantas veces nosotros fallamos? y aún así Dios nos perdona, debemos de entender que el perdonar nos hace el corazón más noble.

Cristo perdona a una mujer y ella agradece en gran manera, Lucas 7:44-48
44 Y vuelto á la mujer, dijo á Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha limpiado con los cabellos.
45 No me diste beso, mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
46 No ungiste mi cabeza con óleo; mas ésta ha ungido con ungüento mis pies.
47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama.
48 Y á ella dijo: Los pecados te son perdonados.
El Señor perdona los pecados de esta mujer, aquí hay algo que tenemos que observar. Cristo le perdonó sus pecados, acto que solo Dios puede hacer. El hombre no tiene autoridad de perdonar pecados, lo que si podemos y debemos de hacer es perdonar cuando alguien nos ofende, pero los pecados de las personas solo Dios puede perdonarlos, no podemos atribuirnos cualidades que no nos pertenecen.

Que importante es presentarnos ante Dios con una conciencia clara y sin remordimiento, Marcos 11:25,26
25 Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también á vosotros vuestras ofensas.
26 Porque si vosotros no perdonareis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Siempre debemos de presentarnos delante de Dios con un corazón puro, sin rencillas, ni pleitos, ni rencores. Si alguien nos ofendió y no queremos perdonarlo, ¿Como nos presentaremos delante de Dios? Él tampoco nos perdonará, que aprendemos de esto, que siempre hay que presentarnos ante su presencia en amistad con nuestros hermanos.

No importa lo que nos hayan hecho nuestros hermanos, debemos perdonar, José nos da una clara enseñanza de que siempre hay que perdonar, Génesis 45:3-5,15
3 Y dijo José á sus hermanos: Yo soy José: ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él.
4 Entonces dijo José á sus hermanos: Llegaos ahora á mí. Y ellos se llegaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano el que vendisteis para Egipto.
5 Ahora pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; que para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros:
15 Y besó á todos sus hermanos, y lloró sobre ellos: y después sus hermanos hablaron con él.
Había pasado mucho tiempo de aquel momento cuando José había sido vendido por sus hermanos, durante todos esos años tuvo que pasar por muchos procesos difíciles, pero él era un joven entendido en la voluntad de Dios, y en cada situación en la que se encontró, supo tomar las decisiones correctas, una de ellas le costó ir a la cárcel. La escritura nunca narra que haya renegado de las circunstancias.
Dios es maravilloso, y tenía un plan para él, y llegó a ser el gobernador de Egipto. Cuando llegan sus hermanos para comprar alimento a ese lugar, porque el hambre había crecido en la tierra, era el momento que cualquier ser humano hubiera esperado para tomar venganza, sin embargo José los perdonó, entendió que todo era un plan de Dios.
Que les parece si lo aplicamos a nuestra vida espiritual, puede haber personas que nos ofenden, inclusive nuestros propios hermanos en la fe, ¿Que tal que tuviéramos el poder para vengarnos de ellos sin que nadie se diera cuenta, o tal vez muchos hasta nos felicitaran (falsos amigos), mucho cuidado con lo que decides. Como hombres de Dios, debemos perdonar, y así veremos pronto su bendición.

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